16/03/2012

"Inteligencia normal o superior a la media"

Esta es la muletilla que siempre suele aparecer en las descripciones del Síndrome de Asperger. No digo que no refleje la realidad, pero quizá este asunto está demasiado "mitificado". Tanto que, en mi opinión, es lo que muchas veces lleva al tópico tan periodístico de señalar que todo Asperger es un "genio raro". A esa necesidad obsesiva de citar siempre a Einstein, Newton o Bill Gates como ejemplos claros de que una inteligencia superior permite superar el problema. Algo con lo que jamás he estado de acuerdo.

Después de tanto tiempo, la realización, por una especialista, de diversas pruebas cognitivas en el colegio ha arrojado, al parecer, alguna sombra de duda sobre el diagnóstico de nuestro hijo. El valor ha sido más bajo que el esperado. Al parecer, hay tres aspectos fundamentales que, psicopedagógicamente hablando, marcan el Asperger:
  • Dificultad de comunicación (aunque sin problemas de lenguaje, salvo en lo relativo a su uso práctico)
  • Dificultades en las relaciones sociales (aunque sin rehuírlas, simplemente se establecen "mal").
  • Nivel de inteligencia normal o superior a la media.

Al verse, en nuestro caso, que cojea un tanto la tercera pata del taburete, ha surgido el problema. Los dos primeros aspectos son de libro en nuestro hijo, sin embargo, el nivel cognitivo, al parecer, chirría. Y si se tiene en cuenta el nivel cognitivo "fuera de sitio" los otros dos aspectos están demasiado "bien" como para poder considerar un "autismo" a secas.

(He de decir que tengo otro motivo para mi extrañeza: en las pruebas cognitivas hechas anteriormente, WPPSI, por ejemplo, los resultados nunca han sido como para tirar cohetes y el diagnóstico siempre se mantuvo).

En fin, lo que me queda claro es lo poco que se sigue sabiendo de estas cuestiones. Y lo variopinto de las situaciones, a pesar de que se quiera "unificar" las características del Asperger para presentar una especie de patrón común en que todos los Asperger han de cumplir con unas pautas determinadas y siempre de la misma manera.

Tal vez sean estas confusiones lo que van a llevar a la integración del Asperger, sin considerarlo como algo diferenciado, en los trastornos del espectro autista (TEA) en el DSM-V, a partir del año que viene.